Scouting de datos, una nueva profesión

Antes del inicio de la temporada de béisbol en Estados Unidos, del año 2002,  en el despacho de Grady Fuson, jefe de scouting de los Oakland Athletics, era habitual escuchar expresiones del tipo “De béisbol, el que sabe soy yo”, “Con ver un jugador 20 minutos ya sé lo que puede dar de sí”, “Llevo 20 años viendo jugadores de béisbol”, “Mi intuición me dice que este jugador no vale”… comenzaba con su equipo de ojeadores a tratar de confeccionar una plantilla competitiva para la nueva temporada.

Fuson fue despedido por Billy Beane, Manager General de los Oakland. Beane, tomó la decisión de construir una plantilla basada en lo que podríamos denominar scouting de datos, decisión criticada, infravalorada y a la que se enfrentó Fuson. Con el presupuesto más bajo de todos los equipos con los que competía  y con la incorporación de Peter Brand, un economista, al que se le daba bien analizar datos de diferentes parámetros que intervienen en el deporte del bate y la pelota, construyó una plantilla que batió el record histórico de las Grandes Ligas en cuanto partidos consecutivos ganados y llevó al equipo a los play-off o fases finales.

Hoy, 17 años después, en todos los equipos profesionales de béisbol de las Grandes Ligas, se trabaja con scouting de datos. A nadie se le ocurre decir “de béisbol, el que sabe soy yo” o “con ver 20 minutos a un jugador, sé lo que puede dar de sí”.

¿Qué es el scouting de datos?

Podríamos definirlo de la siguiente manera:  “la capacidad de desarrollar un perfil de jugador, valorar su potencial aportación a un equipo, sin ni siquiera saber quién es, única y exclusivamente a través del análisis de los valores de diferentes parámetros de juego”.

Hoy en día, cualquier club de fútbol tiene acceso a información sobre los jugadores a través de plataformas como Instat o Wyscout, entre otras.  En fiebreFútbol estamos colaborando con algunos clubes a nivel nacional e internacional en la elaboración de perfiles y valoración de jugadores para su posible incorporación. No los conocemos, no sabemos si son altos, bajos, rubios o dónde nacieron. Analizamos alrededor de 1.500 datos por temporada y jugador y la radiografía del mismo, fruto de este análisis, es incontestable.  Esto no quiere decir que al jugador no haya que verlo en directo, que la opinión de la dirección deportiva del club no importe o que no se tenga que indagar sobre su entorno familiar u otros aspectos que puedan influir en su rendimiento deportivo, pero estamos convencidos de que el scouting de datos se va a convertir en una de las bases principales para las altas y bajas de jugadores en los equipos profesionales de fútbol en los próximos años.

Vamos a poner un ejemplo:

¿Qué conclusiones podríamos sacar de un jugador con los siguientes 4 parámetros y sus valores de datos en 27 partidos jugados en una temporada?

Regates intentados: 180, con éxito: 110

Centros al área: 88, con éxito: 19

Pérdidas de balón: 331

Recuperaciones de balón: 97

Estaríamos hablando de un jugador de ataque, poco implicado en tareas defensivas (su balance pérdidas-recuperaciones es muy negativo, casi -9 por partido), muy vistoso (casi 7 intentos de regate por partido con un 61% de éxito),  probablemente jugador de banda (más de 3 centros por partido al área rival), poco efectivo en su juego (21,6% de precisión en los centros) y con excesivas pérdidas de balón (más de 12 por partido).

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